Cuando escuchamos educación sexual, solemos relacionar inmediatamente el término con las pláticas sobre métodos anticonceptivos e infecciones de transmisión sexual ya que por años, esa ha sido la información que hemos recibido alrededor de la sexualidad, reforzando el mensaje que la sexualidad es algo relacionado a los genitales a lo que se debe temer.

Se lleva al olvido todo lo que conlleva tomar decisiones sobre nuestros genitales y con quién y cómo los compartimos, se deja de lado que el término sexualidad engloba todo nuestro ser. Cómo nos sentimos con nosotrxs mismxs es sexualidad, cómo funciona nuestro cuerpo, cómo aprendemos lo que es el género y los privilegios o limitantes que nos acompañan en nuestra vida, sexualidad implica reconocer nuestros valores, actitudes y sentimientos por la vida, construir la manera en cómo nos relacionamos y cómo amamos a los demás. Comprenderlo de esta manera, nos permite entender que la construcción de la sexualidad es algo que nos acompaña desde el día que nacemos, no es algo que surge en algún momento de la vida, es algo siempre dinámico que, cómo la vida, va teniendo cambios que nos acompañan en el andar de nuestra existencia.

Actualmente cuando se habla de Sexualidad Infantil es por el temor al abuso sexual infantil, la alarma que despierta el alto número de prevalencia de casos en México ha puesto sobre la mesa la necesidad de hacer algo, pero ¿cómo prevenir estas consecuencias si ni siquiera podemos hablar abiertamente del tema? Hablar de sexualidad infantil no debería de ser un tema tabú, lo educamos todo el tiempo sin darnos cuenta; cuando lxs niñxs ven cómo nos relacionamos con la pareja, cuando perciben las diferencias de lo que los hombres y mujeres hacen o tienen permitido demostrar, cuando fortalecemos o debilitamos su autoestima y autoconcepto, cuando respetamos su “no” o imponemos nuestra necesidad o expectativa, cuando les permitimos demostrar emociones y les ayudamos a identificarlas, cuando les brindamos las herramientas necesarias para nombrar su cuerpo y sus sensaciones.

La mejor herramienta de prevención es aperturar canales de comunicación con lxs niñxs, enseñarles a confiar en su escucha interna, acompañándolxs amorosamente en el entendimiento de sus emociones, dándole un lugar a sus sensaciones y responder sus dudas de manera asertiva. Sabemos que en nuestro país el tema de Sexualidad es un taboo del cual se habla poco, pero nos corresponde romper el silencio, informarnos re-educarnos y acompañar la educación de los más jóvenes para que crezcan con una mejor relación consigo mismos, mejores herramientas de comunicación, con la capacidad de relacionarse en equidad y respeto en sus relaciones interpersonales para que en su vida adulta tengan una vida sexual placentera, respetuosa y plena.